sábado, 12 de enero de 2013

¡Taka Tuka!

Temiendo, me paso el día temiendo, como un niño pequeño y habiendo pasado ya la veintena.

¿Saben? Hasta hace un par de años ni si quiera fui capaz de articular alguna palabra que se escapara a los dominios de los monosílabos. Me sentía inseguro y cobarde, no destacaba en ninguna cualidad cuantificable, y mis méritos se reducían a ser el recadero de mi madre. ¿Para qué iba a servir yo en este viejo mundo? No sirvo para nada. Lo sabía y estaba convencido de ello. Por eso lo sabía.

Todo ocurrió en Brasil, a mi madre le dieron la baja por depresión y, en recomendación, se tomó la libertad de viajar, sin dejar atrás a su hijo imbécil e inútil. No culpo al que me juzga. Yo no había articulado jamás una frase con una concordancia más o menos descifrable, ellos jamás podían saber lo que viajaba por mi cabeza, ¿de qué iba a servir un chico así en un mundo como éste? No aportaba nada a esa sociedad, "pobre madre" susurraban las malas lenguas al pasar. "Pobre madre" y ella se lo llegó a creer.

Como dije, todo ocurrió en brasil, en una tienda de fruta, entraron hombres armados que golpearon a mi madre, quedando abatida y sin conciencia en el suelo, pero mi destino fue distinto, "mucho peor" dirían las malas lenguas. "Su destino fue muchísimo peor" dijeron las lenguas que hablan por hablar sin saber de qué o por qué se habla, las que hablan sin saber o conocer hasta qué punto conocen de verdad un destino.

Todo estaba oscuro, sería por la capucha de mi cabeza, cuando conseguí deshacerme de las ataduras y de la tela que tapaba mi visión, estaba solo, y en medio de la selva, deambulé por bosques que no conocía, alimentándome de frutos que bien podrían haberme matado, el caso es que cuando caí inconsciente en la húmeda tierra vegetada del amazonas solo escuché una voz que gritaba a mi lado con alegría: "¡Shuar Taka Tuka!"  "jajajajaja ¡Taka Tuka! ¡Taka Tuka!.


Cuando desperté, me encontraba en un poblado indígena que habitaba la selva amazónica, me ofrecían felices su comida, me curaron y cuidaron durante días.

Shuar Taka Tuka significa hombre de brazos largos, yo era el único que podía recoger los frutos de aquel gran árbol del bosque. De repente me di cuenta de que era lo que jamás fui en mi tierra. 


Uno más.








Y de que yo sabía leer y escribir como el que mejor lo pudo hacer, y de que si no hablaba quizás fuera... Simplemente porque no me merecía la pena. Encontré mi lugar y me apené del que encontró el suyo hablando de lo que no supiese por hablar, siendo el más feliz de los infelices. Y siendo yo quien soy, cai en la cuenta, de que fui mucho más afortunado que cada uno de ellos.











Moraleja: Que los demás no entiendan tu validez jamás significará que no sirvas para nada. Quizás sean ellos los que están totalmente equivocados tanto en la concepción de su mundo como en la de tí.





domingo, 6 de enero de 2013

Algo que.

-Eres demasiado guapo para dormir solo esta noche, y cada noche en la que la premisa pretendiera tal final para tu noche.

Dijo ella, repleta de deseo, con un matiz deseable de sonrisa, que más que lujuria incitaba placer, placer de estar, de reír, de respirar y oler a salitre, tanto como tumbarse en la playa y luego salir a correr, era justo lo que quería aquella noche, y cada noche en que esa premisa pretendiera tal final para mi noche.

¿Sabéis? me sonreía como si jamás me hubiera visto, como quien comienza a conocer a alguien y le encanta, como la pasión de un pintor ante un lienzo, y ella era mi lienzo, y era allí donde quería perfilar cada sonrisa.

-Volemos a Italia -dije yo-. Donde no nos encuentren y la búsqueda que ejerzamos no sólo sean la de tus bragas en el hotel, sino también la de estatuas, paisajes y carcajadas escondidas en cada rincón de Roma. Busquemos... Encontremos...


No.... ¿Queréis saber la realidad? Nada fue verdad.

Yo... Él...

Subió a su casa borracho, dando tumbos por la callejuela en la que siempre fantaseaba con encontrar una noche poética.
Subió en aquel asqueroso ascensor que hacía el mismo nauseabundo ruido al llegar abajo como al culminar en la ultima planta. En el que se miraba al espejo, consciente de que no era así como quería estar. Consciente de que no era sólo como quería estar.
En zig-zag, ascendió por la escaleras, acariciando las paredes hasta llegar a su cuarto, donde se despojó de su abrigo, con sus manos y no con las de ella. aún vestido, guió sus pisadas hacia el cuarto de baño, agarró su cepillo de dientes y al alcanzar la pasta resbaló su muñeca y tiró al suelo los malditos potingues hidratantes del baño común, escuchando ese estruendo en lugar del susurrar de ella, en lugar de un roce con su cuello, en lugar de la caricia por la cual hubiera dado mil vidas.


Y luego, en último lugar, encendió su ordenador y comenzó a escribir, algo que no debiera, algo que no quisiera, pero algo, algo que merecía la pena.











Moraleja: Si no tienes Nada, haz algo por Dios.



http://www.youtube.com/watch?v=rwS0Juai5Bc

jueves, 3 de enero de 2013

El nadador.

-Soy el mejor, ¿Sabes? ¡Nadie nada como yo! Llevo haciendo la misma marca desde mil novecientos noventa y siete. Cien metros a crol libre en un minuto y trece segundos.
-Está usted tan equivocado caballero...
-¿Yo? ¡No! ¡Te lo aseguro! ¡Estoy condecorado por el record guiness! Soy el mejor nadador del mundo, nunca bajé mi marca desde los trece hasta los veintiocho años.
-¿Acaso la superó alguna vez?
-¿Perdón?
-Le perdono, pero respóndame, ¿Acaso superó su marca alguna vez?

Si la humildad, en algún instante, hubiese anidado en el corazón de aquel nadador, la incredulidad se hubiera apoderado de su rostro, pero en lugar de aquello, fue la rabia, la fiera furia la que galopaba por su piel, fue ella la que se impuso sobre todo ápice de modestia.

Tan sólo pude articular una frase antes de encontrarme con un portazo en mis narices.




-No se trata de ser siempre el mejor. Caballero, se trata de mejorar siempre.



http://www.youtube.com/watch?feature=endscreen&NR=1&v=yI0_w9aV8G0

miércoles, 2 de enero de 2013

Olores.

Ding-Dong.

-¡Ya están aquí!
-¿No habíamos quedado a las nueve?
-Se ha adelantado, ¡Anda! ¡Ve a abrir!

Giré el pomo de la puerta.

-¡Juana! No creas que no me alegro de verte, pero... no habíamos quedado en veinte minutos.

Ella miró su reloj, más nerviosa que despistada.

-¡Ay! Sí, lo siento, es que estaba tan emocionada, quería contaros todo desde el principio, el hotel, el recibimiento, la gente ¡Todo! ¡La luna de miel fue espectacular!
-Bueno bueno, siéntate en el salón, Silvia está en la cocina terminando de preparar la cena ¿Un vinito?
-¡Sí! Tráete el rosado, me gustó como olía.


-Pues cariño, tenéis que ir a Tanzania, es espectacular, la playa, la montaña ¡E incluso tiene bosque! El hotel era fantástico, tenía vistas al mar, me encantó.
-¿Y las gentes de allí? ¿Cómo eran?
-Pues los chicos del hotel fueron muy amables, pero había un camarero negro, bueno, ya sabes, de color, que olía un poco fuerte, pero por lo demás son gente maravillosa.
-Pero es natural, su olor corporal es más fuerte de lo normal, ¡Ay! se me olvidaba, ¿has traído la colonia?





-No, otra vez se me ha gastado.