miércoles, 30 de noviembre de 2016

Un día complejo.

La inspiración, cosa de necios.
Pablo miró el zapato que yacía pegado a la esquina de la mesa, alzó la vista hacia la ventana y se dijo eso mismo "la inspiración parece cosa de necios".
Él había sentido la desesperación por ese momento de epifanía que no quería llegar y solía apostar por la búsqueda de nuevas formas de consuelo, pero la horma del zapato no le decía nada, nada sobre lo que pudiera pensar.
El día anterior había sido un día complicado, había tenido que exponer su ideal de amor con una amiga con la que solía compartir cama, y la complejidad de la situación era debida, no a la tendencia de falta de honestidad que sugiere hablar de esta temática con quien se ha intimado a niveles cercanos, no, la complejidad era debida a su terquedad a abandonar un ideal, su ideal, aquel ideal que más que una idea, era parte de su identidad, por eso cuando hablaba de amor lo hacía con convicción y defendiendo aquello de lo que No Podía estar equivocado, lo que sentía el resto, simplemente no era amor, y si lo era, él tomaría otra palabra, por derecho, por ser los demás proxenetas del amor,  y así lo hizo. "Admiración" sonaba mucho mejor "Cuando amas a alguien ves imposible que otro lo ame más que tú, cuando admiras a alguien lo que te resultaría extraño es que alguien no lo admirara al menos tanto como tú".
Él sabía que si comenzaba a amar del primer modo, si comenzaba a ser una puta del amor, algo andaba mal por su interior, (ya que era donde los ideales cambiaban).

De modo que se puso a investigar.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Amor Lacio.

"Debería de haberlo intuido"

Le dijo su cabeza al oído y al analizar cómo había llegado al beso culminante lo comprendió todo.

Aquel amor lo guiaba un caballo al que le había quitado las riendas y pertenecía al reino de los desbocados por cuenta ajena, sin embargo, aun siendo un amor por cuenta ajena y no propia había terminado por ser tan importante que se hizo parte inseparable de su identidad. No se si entienden la gravedad de la situación, Hizo parte de su identidad algo que lejos de elegir dejó que siguiera su curso, ¡fue él la elección de aquel amor y no al contrario! Y su identidad se vio forzada a fundirse con su amor con la misma actitud lacia con que había dejado que ese amor formara parte de su vida. De este modo dejó de ser como fue para que el amor siguiera su curso. No tenía sentido decidir dirección alguna tras esa primerísima actitud, y sobre todo, como bien saben, un amor nacido de la pasividad está condenando a permanecer inactivo sólo haciendo posible su funcionamiento por medio de la fusión con la identidad.

Podrían decir (probablemente con razón) que ese hombre Era algo menos de lo que fue.

A lo que él alegaría: "Al menos Tengo algo más"

Y sigue pensando, sin saber, Si sale ganando o si tiende a perder.

lunes, 14 de noviembre de 2016

¿Dónde está lo que está?

El presente se apoya en mis cojones.

Eran las palabras exactas en el momento menos indicado, dado que el protocolo aconsejaba mantener la constante calma, que así era como la maquinaria podía funcionar, que así era como la consciencia se tendía a apagar.

Me extrañaba que no cundiera el pánico, será que todo irá viento en popa mientras tengamos algo de comer.
Es la historia donde se repite siempre el clásico, y parece que evito aquello que me haga padecer.

Y el grito a la vida se quedó mudo de aburrimiento.

Y el mundo tiene equivocados los sentimientos.

Y la vida se construye con los momentos que haya en el stock.

Que o te da por elegirlos o acabas siendo un filósofo de pacotilla escribiendo sensaciones vacías en un puto blog.

En el riesgo.

Ella era bonita, muy bonita, y yo con estos pelos.

martes, 1 de noviembre de 2016

El cuarto vacío.

"En cualquier sitio, a cualquier hora"

Esa es la premisa que avisa de la imposible rendición.

Cuando terminé la frase que con tinta azul relucía en la pequeña libreta que compré a un ilustrador en alguna plazoleta de Granada alcé la vista, y sentí el vacío que debió sentir Einstein cuando regaló al mundo su efecto fotoeléctrico, recuerdo que en aquel momento sentí la soledad de la inspiración y creí tan férreamente en lo siguiente que me asusté:

Las grandes cosas, las ideas más fuertes tienen su génesis en un cuarto vacío, desordenado y feo.


La soledad te empuja, te empuja hacia cualquier sitio menos en el que te encuentras, y no es una amable caricia que como una niña te guía, no, es un segurata de dos metros que te espeta "aquí no puedes estar", con suerte, puedes tratar de lidiar con ella, haciendo las veces de valiente.

Pero no corras, no hagas el idiota.

Porque ella es mas rápida que tú, y sabrá guiarte hacia la derrota.