viernes, 18 de agosto de 2023

Como un perro.

 

Sugirió que mi lengua se le asemejaba a la de un perro, no sé si por guarra o por áspera. Que mi actitud era la de un perro, me dijo, pero había una cáscara que se me resquebrajaba y no me encariñaba tanto como a mi pecho de chucho le hubiese gustado. Como un perro me dijo que era, no sé si por mi condición faldera de la que organicé mi huelga indefinida, por mi naturalidad al retozar o por mis ganas de correr(me) a su vera.

 Me hubiera gustado ser como el perro que se quiso que fuera, lo reconozco, pa acurrucarme en los sudores de ella y que no hubiese mella ninguna que me arrugara el rostro.

¿Cómo un perro? Quizás uno hosco, tosco y con malas pulgas, que comulga con la sagrada religión de sí mismo, que trata de cerrar el abismo que le abrieron en el alma, que traga la baba santa y ladra pa rebelarse contra la pena.

 Como un perro me dijo que era.

Como un perro, con el que las perras juegan.