domingo, 7 de julio de 2024

Sensible

 

Yo estoy bien, me mantengo vivo. Hago deporte, como sano y hasta he aprendido a cocinar. Si me vieras pensarías que me han cambiado por otro. Por otro mejor, más capaz, con más ganas de vivir, con la risa en la pupila, con la vida que elegí. Soy más deseable ahora que me he deshecho rencor. Me siento invulnerable.

Invulnerable viene del latín, invulnerabilis. Que no puede ser herido. Mi piel ya no se abre aunque le ponga cremallera. No me descarno, no sangro, no se me eriza la dermis aunque yo quiera.

Los olores pasean entorno a mis narices, pero ninguno se queda. Escucho las palabras que me dicen, pero ninguna me llega.

Y el caso es que a mí me gustaba deshacerme en el aroma que me regalaba tu pelo, me gustaba saberme incapaz de dejar de mirar tu mirada cuando en mi mirada se dejaba caer.

Amar, dije una vez, es dejar tu vulnerabilidad en manos de quien sabes que no la usará para herirte.

Pero ahora no tengo vulnerabilidad que depositar en las manos de nadie, no hay aire que me abra, ni olores en los que quiera dormirme.

 

Ya te lo he dicho, niña, estoy bien, aunque parezca increíble. Supongo que era inevitable.

Lo que ocurre es que yo no quiero estar bien,

Quiero estar sensible,

quiero ser vulnerable.