sábado, 3 de abril de 2021

Toda nuestra vida, a excepción de un instante

 

Nuestro pasado es, literalmente, toda nuestra vida a excepción de un instante.

Dejamos a la espalda nada más y nada menos que toda nuestra identidad, una identidad al cargo del nimio instante que manda acontecer al pasado.

Cuelga de nuestro instante toda la identidad que lo apuntala, que lo sostiene para ser el encargado de la a suma a la identidad pasada.

El niño tímido, el inexperto adolescente, el joven sin blanca (más aún si cabe), el corazón arrebatado, la confusión amorosa, la torpeza en el querer, el daño, la falta de trabajo, las ganas por el suelo, el miedo, el terror, la pereza, la puta pereza de los cojones. El llanto, el sexo, las risas, el alcohólico literato pretencioso de mierda del amor a la escritura como mantra.

Soy todo ello menos un instante,

Pero el instante manda.

 

El instante manda.

 

El instante manda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario