Una canción que canta lento al son del cuento que no te contaron, la cuenta vacía y la tranquilidad que desprende, la, la, la intemperie económica y la cónica focalización de lo que importa, importancia nula de lo que se exporta, de dentro a fuera.
No existe admiración más grande que la que nace sin intención alguna.
Y no hubo ninguna bendición de quien pretendió ser libre de admirar.
Respira.
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