-Si pudierais comprar lo que quisieras en este mundo ¿Qué compraríais? -Dijo el profesor con la viva mirada anclada en cada uno de sus alumnos.
-¡Un coche!
-¡Una campana super grande!
-¡Una mansión!
Rió el profesor a sabiendas de la ignorancia presentada, sin embargo fue clemente en su explicación, al fin y al cabo a penas sobrepasaban la década de edad.
-¿Sabéis lo que compraría yo? Yo compraría tiempo, porque tiempo es lo único que no se puede comprar.
La voz del profesor retumbó en las cuatros paredes del aula de sexto de primaria, y como un eco en el silencio aparcó en los oídos de quienes estuvieron atentos, y como una semilla en el viento que no sabe muy bien donde va a caer, se sembró en la mente de un crío, crío que con el tiempo, ese que parecía no poder comprarse, descubrió que tenía un árbol en la cabeza.
Y cuando la semilla fue secuoya, el niño, convertido en adulto, comenzó a pensar.
"Tiempo es lo único que no se puede comprar" pensó, "¿es que acaso todo lo demás es susceptible de ser comprado?", "lo es, sin duda" Y como aquel crío, convertido en adulto, algo había leído del sistema del que, sin elegirlo, pertenecía, algo sabía.
"Todo es susceptible de ser comprado, todo se puede comprar" siguió pensando, "¿Todo?" se preguntó, "Todo menos el tiempo" "pero... ¿Con qué se compra todo?"
"Con dinero" se respondió "Con esa moneda de cambio que sustituyó al trueque a fin de facilitar los precios comunes, a fin de progresar en la civilización y estipular un precio parecido que se desnivelaría con el tiempo" "con el tiempo"
Fue entonces cuando la semilla convertida en un precioso árbol dio su primer fruto.
"¿Cómo se compra el dinero?" "El dinero no es algo inherente al ser humano, no está entre sus cualidades y habilidades personales, no naces con una cuenta bancaria, ni con una moneda en el pañal lo único que tenemos al nacer es..." la semilla floreció "tiempo"
"Tiempo es lo único que tenemos y dinero es lo que compramos con nuestro tiempo" El alumno, quince años después sonrió al saber de la ignorancia de su profesor.
"No es que no se pueda comprar tiempo, es que nos han enseñado a que hay que es necesario venderlo a un precio de mierda"
"De otra manera, tendremos al sistema contra las cuerdas"
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