El segundo tono me supo a desesperación. Es curioso como dos sensaciones tan contradictorias se pueden sentir con una diferencia de cinco segundos.
"Estará ocupada" pensé al tercer tono. Justo antes de escuchar su voz.
-¿Si? -contestó y yo, me la imaginé sonriendo.
-Ojalá estuvieras aquí mujer, así no tendría que definirte la belleza de una luna llena semioculta tras la arboleda. Así no tendría que imaginarme que los dos, en algún lugar distante miramos hacia el mismo punto vida mía, porque así podría estar seguro de ello. Ojalá estuvieras a mi lado, para que ella nos viera, y envidiara nuestros labios gritándose para rozarse. Ojalá... ojalá... eh... espera...
....
Era una farola.
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