Bigotudo presidente del nihilismo, fuerte, tu fortaleza depende de una completa falta de empatía. Pende sobre los que enseñaste, pero creaste más charlatanes que creadores, creaste más ilusión que dolores, creaste más excusas que valores.
Y ahora se pierden los matices de tu canción,
y ahora, como tú bien dices, ni existe tu alma.
Pero sí que existo yo.
Y he de reconocer que algo me has enseñando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario