Hay una escultura de
bronce de un tal Federico entre dos carreteras del viejo reino Nazarí. Dicen
los lugareños que es un homenaje, un homenaje a un literato admirado por su pueblo. Un pueblo que conmemora y reza, año tras año, en la Capilla del
Sagrario, por la muerte de su asesino.
martes, 29 de enero de 2019
lunes, 21 de enero de 2019
La escalera
La guitarra se
acomodaba en el molde de su estuche y yo me dedicaba a pensar: ¿qué clase de
mundo hemos creado? Un mundo donde el creador mediocre se frustra en lugar de
alzarse, donde el intelecto es usado como distracción, como una excusa más para
distanciarse del resto. Y es que aquí las escaleras no se usan para llegar a al
techo, sino para alejarse del suelo. Y cuando estamos arriba gritamos “¡eh! ¡Mira!
¡Mira lo lejos que he llegado! ¡Mira lo lejos que me he puesto!”
“¿De dónde?”
preguntaría alguien inteligente.
“De la gente”
respondería alguien honesto.
lunes, 14 de enero de 2019
Federico N.
Bigotudo presidente del nihilismo, fuerte, tu fortaleza depende de una completa falta de empatía. Pende sobre los que enseñaste, pero creaste más charlatanes que creadores, creaste más ilusión que dolores, creaste más excusas que valores.
Y ahora se pierden los matices de tu canción,
y ahora, como tú bien dices, ni existe tu alma.
Pero sí que existo yo.
Y he de reconocer que algo me has enseñando.
Y ahora se pierden los matices de tu canción,
y ahora, como tú bien dices, ni existe tu alma.
Pero sí que existo yo.
Y he de reconocer que algo me has enseñando.
domingo, 13 de enero de 2019
Hielo.
No os lo negaré, había una mujer, con sus curvas y la curvatura de la línea que la alejaba de mi figura. Figura... decía ella. Y yo pensaba en lo que me gusta a mí un halago. Un halago que halagaba pero no era nada, nada más que eso, un halago, disuelto en la cercanía. Que el frío había llegado a través de la abundancia, del exceso, del sinfreno de los besos, ese frío que aprieta las lágrimas contra un muro, ese frío que mantiene la congestión.
que aturde las manos y aunque asienta a la cabeza,
resiente el corazón.
Un corazón frío.
que aturde las manos y aunque asienta a la cabeza,
resiente el corazón.
Un corazón frío.
viernes, 4 de enero de 2019
A veces me pongo intenso.
A veces me pongo intenso y se me olvida escribir sobre margaritas, sobre orquídeas y flores en general, de esas que tienen pétalos suaves. Y es que, a veces, derivo por lo divino, por lo que pretende el destino, por lo elegido que corresponde al pasado, por el presente mantenido pero no deseado y, de tanto derivar, termino amargado, ¡Amargado yo! Agarrando yo una cualidad que, por entera, pertenece a un solo sentido. Y se me olvida escribir sobre la forma de mierdecita acolchada que describía una nube, sobre un pecho suelto que me hundió las palabrejas y me sacó una sonrisa, sobre una ventanuca empañada que me da los buenos días y los colores se me suben.
A cualquier cosa le llaman poeta. Poetas sin llama que escriben sobre cualquier cosa. Cosas que se quedan llanas bajo sus descripciones.
Porque ya no quedan poetas que escriban sobre flores.
A cualquier cosa le llaman poeta. Poetas sin llama que escriben sobre cualquier cosa. Cosas que se quedan llanas bajo sus descripciones.
Porque ya no quedan poetas que escriban sobre flores.
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