lunes, 14 de noviembre de 2016

¿Dónde está lo que está?

El presente se apoya en mis cojones.

Eran las palabras exactas en el momento menos indicado, dado que el protocolo aconsejaba mantener la constante calma, que así era como la maquinaria podía funcionar, que así era como la consciencia se tendía a apagar.

Me extrañaba que no cundiera el pánico, será que todo irá viento en popa mientras tengamos algo de comer.
Es la historia donde se repite siempre el clásico, y parece que evito aquello que me haga padecer.

Y el grito a la vida se quedó mudo de aburrimiento.

Y el mundo tiene equivocados los sentimientos.

Y la vida se construye con los momentos que haya en el stock.

Que o te da por elegirlos o acabas siendo un filósofo de pacotilla escribiendo sensaciones vacías en un puto blog.

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