sábado, 17 de mayo de 2014

La piedra

         El teléfono no terminaba de sonar, ni si quiera un maldito mensaje, nada salvo el estrepitoso silencio que lo dominaba. La desesperación más verdadera es aquella que se mantiene más callada. Y ella seguía sin dar señales.

Joder, era obvio que no aparecería, siempre era obvio, la conocía mejor de lo que nadie hubiera podido hacerlo, y la mejor forma de definirla era la siguiente: impulsiva bajo palabras, reprimida sobre los actos. En su mente las cosas suenan fantásticamente bien, son un maldito cuento de hadas que navegan de situación en situación y a toda acción la cubre un baño de encanto. Pero todo se tuerce cuando ese encanto puede hacerse realidad, es en el momento en que la fantasía puede llenar el hueco de lo que le rodea cuando peligra, cuando corre el riesgo de convertirse en un profundo error.

No soy aquel que aprende de la primera piedra con la que tropezó, soy aquel tropieza, se levanta y se mantiene agarrado a la esperanza aun a riesgo de romperse las rodillas.

Y ahora me hallo en medio del camino con la misma puta esperanza del principio, la de tropezarme contigo.



Pero el camino sigue y el final se cubre de nuevas esperanzas. Además.




Suena a Bluegrass



https://www.youtube.com/watch?v=XmUQSAtvb6I

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