viernes, 13 de septiembre de 2013

Te amo.

No cabría esperar otras palabras de mis labios, te quiero.

Definitivamente te quiero.

Te quiero vida mía, sin duda alguna te quiero, te quiero tan sólo porque la presencia en la lejanía de uno de tus besos me hace distanciarme de toda ilusión con la única obsesión de acercarme a la humedad de tu boca.

Te amo querida dama, porque tan sólo hace falta una de tus miradas mientras te dedicas a escurrirte entre el tumulto para tenerme en el vilo de si volverás a mirarme de aquella manera.

Te quiero porque entre la suave brisa que supone una de tus sonrisas destaca su consecuencia, y es que con cada una de ellas Olvido cada uno de mis problemas, en lugar de afrontarlos.

Con toda seguridad te amo, porque haces de mí a un extraño sin objetivo alguno, cambiándose todo anhelo por lo que se sitúe entre tus labios; un extraño Frágil, que sólo vive si tú tienes la amabilidad de obsequiarme con mi necesisad; Un extraño Cobarde que se esconde en la belleza de tus ojos tan sólo por falta de valor.


Vida mía, definitivamente te amo,









Te amo porque me haces peor persona mi cielo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario