viernes, 7 de junio de 2024

El comportamiento

 

Crecer significa entender que las experiencias se equiparan. Saber que nadie es especial provoca que la expresión “me han hecho mucho daño” suene estúpida, estulta, infante, cría, deshilachada, deshecha, inmadura. “¿Y a quién no le han hecho mucho daño, criatura?”. Los comportamientos no son excusas de un pasado que explica cómo hemos llegado a ser así. Es el lenguaje con el que nos expresamos.

No quiero explicaciones, ni excusas. Ni insulsas ascuas que esconden miedos enconados. Ni soberbia sostenida sobre media hostia. Que aquí todos nos hemos tallado la figura a palos. Será por eso que los malos siempre recalcan el sufrimiento vivido, como si lo sufrido bastara para justificar su condición de villanos. Claro, porque para ser un hijo de puta necesitas dar explicaciones. Esa es la coyuntura de los grandes cabrones, que hasta para las peores situaciones encuentran la excusa en todo lo que vivieron.

Pero parece que carecen de altura de miras para observar que no son los únicos que sufrieron, aunque sí los únicos que quisieron ser únicos en su sufrimiento.

Son los cobardes que dimitieron de sí mismos,

Y contrataron a su ejército de heridas para explicar su comportamiento.

 

sábado, 1 de junio de 2024

El círculo.

 

Ya no hay él, ni ella. No me quedan historias de amor porque me quedé sin él. Mi piel no se eriza, ni se me riza el alma porque la calma que sentía en el vaivén de la compañía, se me coló por la alcantarilla. A lo mejor fueron las prisas. Qué se yo. Que me hago viejo y que no encajo. Que ya me importa un carajo la vida de la gente nueva. Que no me quedo perplejo ante los complejos de superioridad. Que no me emociona sino la apatía de pensar que nadie vale un segundo de mi tiempo.

No siento. No cuento. Pero vuelvo a dormir.

No hay miedo, ni celos. Ese es mi mundo, salvo algún desliz.

Sé que lo que más interesa es mi desinterés. La atracción del sexo por no ofrecer nada más que carencias. ¿Ese soy yo? El que aporta tan solo vacíos que anhelar, cimas que no se pueden escalar, entrenamiento de la paciencia.

Y en ese círculo estoy yo, calculando el vínculo que nunca sucede. Escabulléndome entre la plebe que quiere mi amor. ¿Amor? La misma palabra me suena distante, añeja, vacía, dañina, inmisericordemente ajena.

¿Amor?

Yo de eso no tengo.

A mí de eso no me queda.