lunes, 20 de enero de 2020

Un brillo


La vida, en ocasiones, brilla tranquila. Hay un rincón hueco que se mece en el vaivén suave de la calma, que sana el alma y se dedica a acomodarme, a acomodarla.

Y cuando aquello ocurre, de repente, me doy cuenta de que estoy vivo, que sigo aquí, en algún lugar de mis adentros, y siento profundamente.

Me explico, no hay objeto del sentir en ese momento, no existe dirección que apunte hacia algo, no es un adentro afectando o afectado por un o hacia un afuera; es un adentro mecido, sentido, vivo. Un adentro en silencio, sonriente, sin precio y presente.

Y tanto me brilla ese adentro dentro de mi pozo

Que me rebosa el cuerpo

Y el brillo, sin querer, se me escapa por los ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario