viernes, 12 de julio de 2013

¿Ausencia?

Me gusta cuando lloras en mi ausencia vida mía, porque siento que valgo más que tú y que incluso eres tú quien comete la osadía de considerar que soy yo el que valgo más.

Adoro cuando la sonrisa se te apaga entre el sonido de mi caminata en la otra dirección, porque así se que te tengo atada, porque así tan sólo eres sonrisa si te acarician mis palabras.

Me encanta sentir como me atrapas en los barrotes de tus recuerdos tanto si te rodeo con mis brazos como si te rodea el júbilo del calor amigo.


Adoro verte encarcelada, sujeta por la cobardía que engrilleta el aire, ese que tan solo puedes respirar si yo lo acompaño.





Ahora, hagámonos rabiar siendo felices mi cielo.

sábado, 6 de julio de 2013

Mi tenderete.

-Tiéndame la mano compañero, ¿No ve que estoy tendido? Que mi tendencia se orienta hacia el peor de los tendederos, ¿No ve usted que tenderete tengo aquí montado? ¡Tiéndame la mano compañero! ¡¡¡Que ya me duele el costado!!! ¡¡¡¡Que ya suenan mis pasos menos que las monedas que pagan lo poquito que se vivir!!!! ¡Tiéndame la mano compañero! ¿No ve que ya suenan mis gritos en el horizonte? Tire de mi, ¡Tire con fuerza! ¡Haga que me duela más el hombro por tu ayuda que el culo por el escarpado suelo! ¡¡Sáqueme de esta agonía compañero!! ¡¡Salve mi ilusión y siéntase partícipe de tal mérito!! ¿Acaso no ve la oportunidad que le brindo?


-Tu necesitas ayuda.

-Claro que la necesito.






Así que apártate.







Y déjame dejar de necesitar.






http://www.youtube.com/watch?v=CVg8ED7aFT8

martes, 2 de julio de 2013

Debajo de los tumbos.

-Descubrámonos las caras
-¿Cómo?
-Descubrámonos las caras mujer, déjame verte tras esas mil capas de maquillaje que calzas, déjame verte sin alzas y sin pruebas, déjame sentir la ternura que existe tras tu fortaleza, déjame escucharte hablar de un cuento, déjame...
-Para hombretón, apenas le conozco, apenas hemos cruzado más de tres miradas y apenas rozamos nuestros labios, y por lo que he visto usted no es más...
-Lo se mujer, lo se, lo se.


Hasta otra entonces -dijo él entre suspiros y medias sonrisas.



-¿La volviste a ver?
-Nunca -dijo con ese manto de seriedad que le recubría las facciones desde hacía tiempo mientras apuraba el tercer Jack Daniel's con hielo en la barra de aquel tugurio-. Tenía razón.


Porque ¿Quién quiere descubrir lo que hay bajo las fisuras de la superficie del más borracho? ¿Quién se pregunta si debajo de alguno de esos tumbos existe ilusión? ¿Quién cree que el balbuceo puede llegar a esconder algo de valor? Yo te lo diré.


Nadie en su sano juicio.

 Aceptaré mi condena.

Recubriré mi soledad con los besos de aquellas para quién la locura no le suena a desquicio.









Y agarró su guitarra.