Qué es la vida de un hombre si escasea de direcciones. Dirección, dícese del empuje que, dentro de la carencia de sentido y de toda profundidad que la existencia posee, incita al hombre a moverse.
Un hombre tiene pulso, no
ve su movimiento, en su encuentro se pierde porque en sus adentros se siente en
coherente carencia y se diluye en la cadencia de la conformidad.
Un hombre muere en vida
al atender a leyes cuyo dictamen le es desconocido. Solo conoce que ese
movimiento es lento, lánguido, sin fuerza, no viene de él.
El hombre no se mueve, se
siente obligado a moverse.
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