martes, 18 de mayo de 2021

Tripas

Escuchar la música que hace quince años te revolvió las tripas te pone en perspectiva: ¿sigue siendo uno sensible a que las tripas se le revuelvan o la calma ha robado lo suficiente la atención de uno como para creer que las necesidades de las tripas debían de pasar a un segundo lugar?

Le enfrenta a uno a la pregunta estrella “¿dónde cojones dejé mis tripas?” Se ve entonces obligado a buscarlas en algún punto entre el presente y hace quince años porque se hace evidente que uno, sin tripas, se ha convertido en la mayor mierda que podría imaginar. Sin tripas, sin mirada, sin arrojo, se ha regalado a lo ajeno, se ha despegado de sí mismo.

Tengo que admitir que no sé dónde cojones me perdí, pero sé cuándo: cuando dejé caer mis entrañas.


domingo, 16 de mayo de 2021

Dirección, sentido y movimiento.

 

Qué es la vida de un hombre si escasea de direcciones. Dirección, dícese del empuje que, dentro de la carencia de sentido y de toda profundidad que la existencia posee, incita al hombre a moverse.

Un hombre tiene pulso, no ve su movimiento, en su encuentro se pierde porque en sus adentros se siente en coherente carencia y se diluye en la cadencia de la conformidad.

Un hombre muere en vida al atender a leyes cuyo dictamen le es desconocido. Solo conoce que ese movimiento es lento, lánguido, sin fuerza, no viene de él.

El hombre no se mueve, se siente obligado a moverse.