viernes, 6 de marzo de 2020

La libertad vacía.


Se cierne la tormenta sobre occidente, el peso de las nubes sube y se siente la presión, la preocupación constante y el reto de enfrentarse al vacío día tras día.

La ansiedad y la depresión, las drogas que nos mantienen en comunión, que nos alivia un corazón que es áspero desde que se le exigió de todo menos silencio. Y la música se vende a la utilidad y cuando se compran las ganas, estas se convierten en obligación pero, se dice, tenemos el don de la libertad.

Y yo te la daría toda a cambio de que se me limpiase el corazón.

Yo te la daría toda a cambio de la rebelión del conocimiento que nos destroce:

Que dios ha muerto y, con él, también todos los dioses.